Nos da un poco de vergüenza celebrar este día, pero nos debería dar mucha vergüenza. No se trata de celebrar a la mujer como madre, cuando le decimos que madre solo hay una y apreciamos tanto el cariño que nos tiene, y lo que se ha sacrificado por nosotros. Pasemos ese día del calendario y vayamos a los 364 días restantes, y nos daremos cuenta de que, como por arte de magia, las alabanzas a la mujer desaparecen del calendario. O peor, aparece la mayoría de las veces en las páginas rojas, porque si en el año 2019 han habido 165 feminicidios, y a cada uno de ellos la prensa sensacionalista le dedica por lo menos tres días , nos faltarían días del año. Y este año ya llevamos en el mes de enero 15 y en el mes de febrero otras 15. Si una persona viniera de otro planeta y leyera la prensa del día de la madre, y la prensa de los demás días, se podría preguntar si hablamos de la misma persona o de dos variedades o especies distintas de personas y que a las dos les llamamos mujer.
Todo el mundo está preocupado por el “corona virus“ y con razón, porque parece ser que mata, y cuando se cobra 15 vidas al mes en un país, se pone todo el gobierno en alarma y dedican todos los medios que tienen a su alcance para cortar el contagio del terrible mal, que se puede convertir en pandemia. Nosotros en el Perú tenemos un virus, que está diseminado por todo el mundo que se llama “machismo”, que mata todos los meses a 15 mujeres y no pasa casi nada. Ni los gobiernos se mueven, ni ponen todos los medios que tienen a su alcance para combatirlo, ni la ONU hace nada especial. Esto a pesar que el corona-virus lo acabaremos el 2020, y el virus del machismo lo tenemos toda una vida y nos quedan unos cuantos años para exterminarlo. Algo no camina en nuestras prioridades.
Preguntémonos, ¿por qué no hay un día del hombre, si tampoco estamos tan bien? Parece ser que en nuestra sociedad “patriarcal”, donde mandan los “padres”, o sea los hombres, la vida está organizada para que los hombres nos desarrollemos y encontremos toda clase de facilidades para conseguir nuestros objetivos y se respeten nuestros derechos, en desmedro de las mujeres, que no tienen las mismas facilidades, ni se les respetan todos sus derechos. Porque aunque no lo decimos, pero lo pensamos, o lo que es peor lo aceptamos, para nosotros, los patriarcas, la mujer es de una categoría inferior. Por eso aceptamos pasivamente que ni se respeten sus derechos iguales que los nuestros, ni que luchemos para ofrecer las mínimas condiciones para que los consigan.
Pero gracias a dios, la mujer ha ido tomando conciencia de su situación y ha empezado a luchar para conseguir esos derechos que le negamos nosotros, y nos debería dar vergüenza, porque en vez de darnos cuenta del mal que nos hace el virus del machismo, nos revelamos y ponemos resistencia a la lucha de las mujeres. Gracias a que cada día son más las mujeres que van asumiendo su lucha por conseguir lo que para todos es de justicia. Su causa va para adelante, a pesar de los patriarcas, y se van consiguiendo condiciones para que se llegue a la igualdad de oportunidades e igualdad de sus derechos. Para esto está este día, para que ellas sean felicitadas por sus conquistas, y que para nosotros sea un toque a la conciencia para que nos unamos a sus luchas, o por lo menos no hagamos tanta resistencia. Ya sabemos que una de las maneras para vencer a este virus tan peligroso del machismo es irnos vacunando contra él desde la familia, la escuela, los Medios de Comunicación, la Iglesia y la calle. Felicitaciones a todas las mujeres en su día, sobre todo a las que luchan por conseguir acabar con ese virus tan mortal como el machismo.
P. Paco Muguiro Ibarra, SJ
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