Hace poco las palabras Sodoma y Gomorra se convirtieron en tendencia en las redes sociales. ¿Qué había ocurrido? Una congresista las utilizó de calificativo negativo dirigido al Ministerio de Educación. Así, en medio de la interpelación del Congreso a una ministra, se apeló a la terminología bíblica para atacar a quienes son considerados los responsables de introducir el enfoque de género como un eje transversal de la propuesta del currículo educativo nacional. Para quienes no tienen cultura bíblica, las ciudades de Sodoma y Gomorra fueron aniquiladas por Dios al ser lugares donde sobreabundó el pecado, tal como lo narra el libro del Génesis. De pronto nos encontramos, en pleno siglo XXI, en un país que se denomina laico, en una situación tal en la que la fe cristiana y su libro más sagrado, la Biblia, se convierten no en instrumentos de debate y discusión en la esfera pública, sino de abusos fundamentalistas y poco informados que llevan a una mayor confusión a la población.
No es la primera vez que algunos políticos acuden a la Biblia para tratar de fundamentar la defensa de sus posturas o en contra de algunas leyes o políticas públicas. La Biblia no debería ser un texto que sirva de argumentación política ni de demostración científica. La Biblia no es la Constitución ni tampoco un tratado de ciencia. La Biblia, como decía el especialista jesuita Manuel Diaz Mateos, es “palabra de Dios en palabra humana”, es decir un texto inspirado por Dios pero escrito por seres humanos. Para acercarnos a su comprensión e interpretación nos toca hacerlo con el respeto que otorga una larga historia de estudios especializados que tienen en cuenta el lenguaje utilizado en su escritura así como su contexto histórico. Nuestra fe merece un acercamiento serio y de estudio disciplinado a los textos de nuestra tradición, para no incurrir en falsas interpretaciones ni en instrumentalizaciones alimentadas por el odio.
P. Victor Hugo Miranda, SJ
Coordinador de la Plataforma Apostólica Jesuita de Piura
Publicado por el Diario La República (20-05-2019)
Como decía un buen padre de la Compañía al final de su conferencia “más que dar respuestas esperaba que se suscitaran preguntas”. Entonces respetado p. Hugo después de leer su artículo comienzo con las primeras. 1) ¿qué tipo de pecados fueron los que incurrieron los habitantes de Sodoma y Gomorra para que tuvieran semejante destino? 2) ¿Quienes están atacando a quienes? ¿Ud. dice que los responsables de introducir la Ideología de Género en la curricula educativa están siendo atacados ¿y los niños y los jóvenes? 3) ¿Quién está queriendo utilizar la Biblia para generar confusión? Pero por favor díganos ¿es o no la Biblia la Palabra de Dios? (cita Ud. a P.Diaz Mateos y es obvio que la Sagrada Escritura es palabra de Dios en la que los hombres han colaborado, no han sido extraterrestres, ni animales extraños. Y, es todos sabemos que, la Sagrada Escritura fue inspirada por el Espíritu Santo para que hombres pusieran todo y solo aquello que sirva a la Salvación. Pregunto ¿la salvación no comienza a caso en la vida cotidiana en donde tenemos que tener pensamientos, sentimientos y acciones-conductas acordes a la moral enseñada por siglos en la Iglesia? Finalmente ¿Ud. cree que detrás de las personas que rechazan la Ideología de Género hay odio? Probablemente muchos de ellos ni conozcan la Biblia tanto como seguramente Ud. pero Le dejo estas preguntas con todo respeto, y rogando a Dios por la Compañía, haciendo memoria agradecido a los jesuitas de quienes recibí respuesta a cuestionamientos como estos.