Entrevista realizada al P. Rafael Fernández Hart, SJ

Ha transcurrido medio siglo de una serie de acontecimientos que marcaron un hito social. Fue el año 1968, y lo más simbólico en el imaginario de ese tiempo fueron las protestas de movimientos obreros y estudiantiles (esa dupla fue singular) ligadas a las reflexiones que nos llevaron hacia las transformaciones sobre diversos aspectos de la realidad: culturales, económicos y políticos. Francia fue testigo de una voz potente contra el estado de cosas. Hagamos memoria y fijemos algunos paralelos para entender el pasado de cara a los tiempos que nos toca vivir. ¿Qué prendió la llama?, ¿el fuego se apagó? Nuestro invitado para dialogar sobre ello es el profesor Rafael Fernández Hart, SJ, Decano de la Facultad de Filosofía, Educación y Ciencias Humanas de la Universidad Ruiz de Montoya.

Algunos han definido las revueltas de mayo del 68 como “el gran rechazo” del siglo XX. ¿Qué sucesos nos podría presentar como estampas del conjunto de fenómenos del legendario mayo del 68?

Considero que se pueden recordar algunas imágenes para esbozar el contexto de los hechos que comentaremos enseguida. Primero hay que recordar el día: la Universidad de la Sorbona es tomada por los manifestantes el 13 de mayo. Es curioso que en el año 1958 y también en el 13 de mayo había tenido lugar un golpe de Estado en Argelia para impedir que se diera espacio a una Argelia no francesa.  En ese contexto, en el mes de junio Charles de Gaulle intervino con su famoso: “je vous ai compris!” (“Los he comprendido”). Comenzaba la 5ª República. Otra estampa podría ser la de un estudiante: no se trata de cualquiera, sino de Daniel Cohn-Bendit, a la sazón de 23 años de edad, quien quizás sea el líder universitario que adquirió mayor notoriedad en el momento de las protestas nacidas en el barrio latino el año 68. Hoy con 73 años de edad ha girado políticamente hacia el ecologismo. Un tercer elemento de nuestro contexto es una autoridad: Georges Pompidou, Primer Ministro del gobierno de Charles de Gaulle, no se encontraba en los mejores términos con el gobierno central, pero su rol en medio de la crisis le permitió aliarse (o reconciliarse, al menos en parte) con el presidente. Prácticamente la crisis de mayo del 68 fue gestionada por Pompidou: reabrió la Sorbona (que fue tomada de nuevo más tarde), concluyó los acuerdos de Grenelle con los sindicatos y al mismo tiempo “midiendo el desarraigo de las provincias frente a la revuelta estudiantil y al movimiento obrero, impone la disolución de la Asamblea nacional en contra de la hipótesis de un referéndum previsto por de Gaulle. El presidente, obligado a seguir la salida de la crisis señalada por su Primer ministro, no se lo perdonaría” (Skornicki, Encyclopedia Universalis).

La juventud se involucró en la política, haciendo temblar las bases de una sociedad con cierta tendencia económica y códigos conservadores. ¿Qué buscaban quienes prendieron la llama y decidieron alzar las banderas en manifestaciones?

Hay algo de déjà vu en este movimiento social del 68. Francia, en más de una oportunidad, había sido testigo de la efervescencia social por la que una chispa localizada ponía en movimiento una revolución general. El origen de los reclamos de los jóvenes universitarios se remonta al 22 de marzo de 1968 en la Universidad de Nanterre. Se puede decir que estas manifestaciones tuvieron un triple objetivo: la oposición contra la guerra de Vietnam, la exigencia de una reforma académica y el rechazo de la sociedad de consumo. Los jóvenes estaban cansados de servir a un sistema que se resumía en métro-boulot- dodo (metro-trabajo-duermo). La primera manifestación juvenil del 10 de mayo es reprimida con violencia por el Estado francés y provoca que la crisis se generalice a diferentes sectores de la sociedad: Francia entera se paraliza. Se calcula que había casi de diez millones de franceses en huelga.

Era impensado que se podía paralizar un país como Francia. Los trabajadores de diversos sectores detienen su actividad. Una huelga general, todo queda en suspenso. Precisamente en pleno mes de mayo, se dan los Acuerdos de Grenelle que forman parte de la historia de los pactos sociales entre el Gobierno, las patronales y los sindicatos. ¿Cuál fue el contexto político de entonces?

Así es, Pompidou, Primer Ministro del Presidente Charles de Gaulle se verá obligado a ceder en el acuerdo de Grenelle: los salarios se incrementan hasta en un 35 por ciento; se reduce la jornada laboral y se aumenta en una semana el periodo de vacaciones. El presidente Charles de Gaulle, símbolo de lo antiguo que debe ser modificado, parecía estar excedido por los acontecimientos. Durante las primeras manifestaciones viaja a Rumanía para fortalecer vínculos con el exterior y ya de regreso en París desaparece sin decir adónde ni por cuanto tiempo. Reaparece para señalar que ha tomado su resolución: “en las circunstancias actuales, no me retiraré. Tengo un mandato del pueblo que cumpliré. Disuelvo hoy la Asamblea Nacional. Francia, en efecto, es amenazada por la dictadura, el comunismo totalitario” (Radio France). Se dirigió por radio, ya que la televisión también se había plegado a la huelga. Los días 23 y 30 de junio del 68 se tuvieron las elecciones legislativas que, contra todo pronóstico, representaron un claro revés para la izquierda.

Podría decirse que la protesta social encontró una falta de liderazgo por parte de las autoridades.

Como decía antes, Charles de Gaulle no parecía estar a la altura de lo que se estaba gestando ni de lo que estaba ocurriendo. Georges Pompidou, su Primer Ministro y delfín fue quien lideró al gobierno. “Nada será igual” había dicho Pompidou después de mayo del 68 y no le faltó razón. Con estos acontecimientos se preparó el retiro definitivo de Charles de Gaulle con quien se había iniciado y perfilado la 5ª República. Después de las elecciones legislativas, al año siguiente se convocó un referéndum cuyo resultado terminará de decidir al presidente de Gaulle a abandonar la política.

Se han dado varias lecturas sobre las consecuencias de mayo de 68. Desde su perspectiva, ¿cuál fue su incidencia mundial en las relaciones sociales? ¿Hay un quiebre o cierta continuidad hasta el nuevo orden mundial?

Aunque de algún modo se puede decir que mayo del 68 fue políticamente un fracaso (y las elecciones legislativas del mismo año en Francia lo evidencian), lo cierto es que para fines de los años 60 se producen un conjunto de transformaciones sociales. Algunas no pudieron madurar sino unos años después, pero aquí se prepararon las bases por las que lucharon los jóvenes de aquel entonces y que alguno de ellos expresa en términos de impedir que el sistema nos condene al fracaso.

¿Mayo del 68 fue la utopía en praxis?, ¿puede hablarse de que muchos reclamos de entonces siguen vigentes en la actualidad?

Por supuesto que sí. No me refiero solo a las conquistas laborales concretas (y antes hice una referencia general), sino a lo que estas supusieron como apertura de un camino de correctivos a un sistema liberal cuya posición puede y debe estar siempre sujeta a exigencias sociales bien específicas. No podemos olvidar además que el mayo francés tuvo alrededor otras manifestaciones sociales que caminaron en la misma línea y sentaron las bases de otras conquistas sociales como la liberación femenina, la libertad sexual y el interés por el mundo de los marginales. Hablamos, por ejemplo, del feminismo que nace a fines de los años 60.

¿Qué otras reflexiones no deberían dejar de estar presentes a cincuenta años de mayo del 68?

Es importante recordar la conciencia que se tuvo en torno a las condiciones sociales a las que el sistema capitalista parecía condenar, incluso entre los manifestantes muchos eran más bien pequeños burgueses.

Asimismo, fue precisamente la Iglesia católica la institución que mejor y más pronto recogió las voces de mayo del 68 cuando en la reunión de Medellín en el mismo 1968 pusieron su atención en los pobres y enseñaron la pertinencia de incluir a las ciencias sociales como parte activa de la nueva sociedad; se preparó sin duda el camino a la teología de la liberación y de las comunidades eclesiales de base (CEB) que tanto hicieron por exponer las grandes deficiencias de los mega sistemas económicos que no han dejado de dirigir los destinos del mundo y
de sus ciudadanos.

Publicado en Revista Análisis Laboral (ISSN 2074-2568), n.° 491, mayo de 2018, AELE, Lima, págs. 6 a 7.

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