En estas últimas semanas la educación nacional ha vuelto a estar en el centro del debate político. No de la mejor manera, por cierto, puesto que poco a poco se han ido decantando los intereses políticos y económicos que se esconden detrás de determinadas posturas y planteamientos. Sin embargo, es bueno que hablemos más de la educación, porque así vamos creando la conciencia de que ésta debe ser una prioridad tanto para el gobierno como para cada familia peruana. Hemos avanzado mucho, pero la inercia de las prácticas instaladas es grande y por ello el reto sigue siendo enorme.

La educación es, desde antiguo, parte de la misión de la Iglesia. Allí donde ésta ha estado presente ha procurado, a través del clero o de las congregaciones religiosas, vincular su misión evangelizadora con la formación humana e intelectual de las personas. En el Perú, dan testimonio de ello no solo las universidades y colegios fundados por la Iglesia desde el periodo virreinal hasta nuestros días, sino también la variedad de centros de educación popular promovidos por instituciones católicas, especialmente en el medio rural y urbano-marginal. Allí, la formación en la fe tiene, por supuesto, un carácter primordial, pero no de modo exclusivo. Un centro educativo católico está invitado a ser siempre un lugar de acogida, de diálogo y de promoción del ser humano en su integralidad, lo que incluye tanto la educación en valores como la formación profesional de la niñez y juventud.

Nos corresponde, pues, a los cristianos comprometernos con las comunidades educativas de las que formamos parte, pero también con el progreso del sistema educativo del conjunto de nuestro país. En una sociedad plural no somos los únicos con una opinión formada sobre determinados temas, de hecho también la Iglesia admite cierta pluralidad. Lo fundamental es aprender a dialogar, reconociendo nuestras limitaciones cuando es necesario, y permitiendo que en nuestra opinión se expresen tanto los principios del Evangelio como la experiencia humana de las personas con las que día a día nos encontramos.

 

foto-del-autor-deyvi_astudillo_120pxP. Deyvi Astudillo, SJ
Oficina de Comunicaciones – Jesuitas del Perú
Publicado por el Diario La República (10/12/16)