MundoPara festejar los 90 años de la fundación del museo, uno de los más importantes del mundo, se exhibe la obra del hermano jesuita que supo servir a tres emperadores viviendo 51 años en la Ciudad Prohibida. Una obra en cerámica, basada en sus pinturas, fue regalada al Papa Francisco por el inicio de su pontificado.

Un gran muestra, para festejar los 90 años de uno de los museos más famosos del mundo y la extraordinaria obra de un sacerdote jesuita en China, se inauguró el pasado 8 de octubre en el Museo Nacional del Palacio, que tiene sedes en Beijing y en Taipei. En la prestigiosa sede de Taipei, donde se custodia la mayor parte de las obras de arte del Museo, la muestra está dedicada al famosísimo artista milanés, Giuseppe Castiglione, que vivió durante 51 años en la Ciudad Prohibida y de quien este año se cumple el 300° aniversario de su llegada a China.

De hecho él, hermano jesuita, inmediatamente después de su noviciado, dejó Génova para ir a Portugal y luego a China, donde llegó en 1715. Teniendo dotes artísticas únicas y pudiendo servir a tres emperadores de la dinastía Qing (en orden cronológico Kangxi, Yongzheng y Qianlong), se convirtió en un artista de referencia en la historia china. Con paciencia, supo calibrar y relacionar dos tradiciones pictóricas, la china basada en la tinta y sobre papel de arroz, y la occidental, que usaba la pintura al óleo, el claroscuro y la perspectiva.

En esta ocasión especial, la inauguración fue introducida por los discursos de la directora del Museo, por el presidente Ma Ying-jeou y por el vicedirector del Museo de Beijing. Estaban presentes, además de una gran cantidad de personas, numerosas autoridades internacionales, tanto diplomáticas como académicas. (Fuente: www.asianews.it)