IV Encuentro sacerdotes diocesanos, religiosos y Obispos de Huánuco, Huancayo y Tarma

Del 1° al 3 de abril, se realizó en la Diócesis de Tarma el IV Encuentro de sacerdotes diocesanos, religiosos y Obispos de las jurisdicciones eclesiásticas de Huánuco, Huancayo y Tarma. Hace cuatro años se convoca a esta reunión por iniciativa de los sacerdotes diocesanos que pidieron a los Obispos poder tener algún encuentro, siendo así que el 2010 fue en Tarma, después en Huánuco, Huancayo y ahora nuevamente en Tarma.

Normalmente se escoge los tres días posteriores al domingo de Pascua; esta vez se reunieron en la casa pastoral San Martín de Porres, desde la tarde del lunes, donde tuvieron su primer encuentro de presentación de las tres delegaciones.

El segundo día fue de formación permanente a cargo del Padre Arturo Purcaro, religioso agustino de la Diócesis de Chulucanas, quien dio dos charlas de reflexión sobre el Año de la Fe y la Espiritualidad de Comunión desde la contemplación de Jesús Buen Pastor.

Fue una mañana de intensa reflexión, muy favorable en el contexto en que el Papa plantea ser pastores según el corazón de Cristo, muy cercanos a la gente para entablar el diálogo y el servicio desde la caridad pastoral de Cristo. Por la tarde se llevó a cabo el campeonato relámpago de fulbito entre los equipos de las jurisdicciones eclesiásticas, en las categorías de jóvenes y mayores, habiendo campeonado el equipo de Huánuco. El último día se dedicó a un paseo a San Ramón y La Merced, ciudades de la selva central que están a un poco más de una hora de Tarma.

Este cuarto encuentro favoreció a un clima de amistad y cercanía, a una creciente familiaridad que se va experimentando entre los sacerdotes diocesanos y religiosos que trabajan en Huánuco, Tarma y Huancayo. Asimismo se valoró la presencia de los tres Obispos: Monseñor Jaime Rodríguez, Obispo de Huánuco; Monseñor Richard Alarcón Urrutia, Obispo de Tarma, y Monseñor Pedro Barreto Jimeno, Arzobispo de Huancayo.

El sentimiento más profundo fue la gratitud a Dios porque los hace crecer en un espíritu de comunión entre las iglesias particulares de la provincia eclesiástica de Huancayo y, al mismo tiempo, experimentan la comunión entre obispos y sacerdotes. (Fuente: Boletín Electrónico semanal de la Conferencia Episcopal Peruana)