Para el país fue una sorpresa, cuando en el período de Alan García se empezó a discutir si poner o no límites a la propiedad de la tierra, y darnos cuenta que se hablaba de límites entre 10.000 a 40.000 Has. Pero más sorpresa fue cuando la Cámara de Comercio de Lima opinó en contra de los límites, aduciendo como razón el libre mercado, y que ello iba a alejar las inversiones en el agro. El libre mercado es elemento importante en la economía, pero no se puede absolutizar, porque la simple oferta y demanda no tiene ética, ni tiene que mirar por el bien común. Y todos sabemos que el libre mercado, sin control de los estados, es el que ha causado la crisis de Europa y los EEUU.

El nuevo ministro de agricultura ha vuelto a poner sobre el tapete el tema, con el agravante que en este tiempo, y con la subasta de las tierras de Olmos, el grupo Gloria ha llegado a tener 80.000 Has y que entre 33 empresas tienen más de 230.000 Has (La República 24 de Enero) Se supone que la calidad de estas Has están entre las mejores del país, y por supuesto todas bajo riego. En la última subasta de las tierras de Olmos solo 10 empresas adquirieron 19.900 Has, pero lo sorprendente es que de esas 19.900 Has, Gloria compró el 60% (La República, 4 de Febrero) Y para la segunda subasta, que será el 19 de Marzo no han puesto ningún límite a las empresas para la compra. Así que cuando salga la ley poniendo algún límite, ya será tarde, porque las leyes no tienen efecto retroactivo.

¿Por qué nos parece importante que se limite la propiedad de las tierras? Porque de lo que producen las tierras depende nuestra alimentación, y ésta no debe estar sometida por monopolios o grandes empresas solamente. Nos podemos preguntar, ¿de dónde sale lo que comemos los peruanos/as? Pues en primera instancia por lo producido por la pequeña agricultura, 66%; en segunda instancia por lo que producen las grandes empresas (leche, aceite, fideos), 28%; en tercera instancia, por lo que se consume fuera del hogar, 6%(Revista Agraria de La República, Enero 2012). Y porque de esto depende la alimentación de los peruanos/as, las tierras eriazas de la Nación que se han beneficiado de grandes obras de irrigación, según el articulo 66 de la Constitución, deberían estar al servicio de los intereses de la Nación y no de un pequeño grupo de grandes inversionistas, como lo que está ocurriendo actualmente. Y lo malo es que está ocurriendo con el proyecto Olmos, en un gobierno que quiere promover la inclusión y que “debería modificar las bases para permitir el acceso de medianos y pequeños inversionistas a las nuevas tierras”, porque las actuales bases (tamaño de las parcelas) les imponen barreras sin ninguna explicación. Pero hay que apurarse para que el 19 de Marzo haya esas nuevas bases y no las que existen actualmente que no ponen ningún límite a la propiedad de las tierras.

Animamos al Ministro Luis Guinochio a que apure la discusión y no se deje impresionar por argumentos del libre mercado y la huida de las inversiones del agro, que no son valederas en este caso, y que tampoco los excluyen.

Francisco Muguiro Ibarra, SJ

Radio Marañón, Jaén 5 de Febrero del 2012