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Consejo Nacional de Educación

A propósito de la reciente controversia por la posibilidad de que se inscriba en el Jurado Nacional de Elecciones una organización vinculada al grupo terrorista Sendero Luminoso, Jesús Herrero, presidente del Consejo Nacional de Educación, recalcó que una de las funciones que tiene el Proyecto Educativo Nacional, como instrumento orientador de las políticas educativas en el Perú, es asegurar que nunca más vivamos una era en la cual nuestra población, especialmente la que vive en zonas rurales, padezca la violencia absurda que se desató durante el auge senderista.

Señaló que en este sentido, el Consejo Nacional de Educación propone en el PEN cuatro ejes de trabajo. Se debe buscar la revaloración del magisterio, porque un docente que se siente satisfecho y orgulloso de su profesión promoverá en las aulas un clima de respeto y búsqueda de la armonía; así como la democratización de la gestión educativa, a fin de que se eliminen las prácticas de gestión centralistas, autoritarias y verticales que hicieron que muchos estudiantes vieran como natural el seguir un régimen de obediencia ciega. También es fundamental que en las aulas y escuelas se valore positivamente la diversidad étnica y cultural de nuestro país, especialmente en nuestras escuelas de zonas rurales que deben recibir una atención de primera calidad. Asimismo, señaló que es indispensable incorporar en el currículo, los textos y materiales, toda la historia de sufrimiento y terror que pasó la población.

“No basta con contar la historia en los textos, la escuela debe ser un espacio de diálogo en el cual se enseñe que en democracia las diferencias se resuelven a través del razonamiento y la concertación, siempre en el marco del respeto a los derechos humanos y de una cultura de paz”, señaló el presidente del CNE. Recordó que Sendero Luminoso se expandió en las instituciones educativas públicas aprovechando que la escuela educaba a los jóvenes para que vivieran en una cultura autoritaria y rígida, era una escuela de mala calidad que no les ofrecía perspectivas de superación. También reconoció la labor heroica de muchos docentes que en las zonas más golpeadas por el terror velaron no solo por la educación, sino también por la integridad física y moral de sus alumnos “son esos los docente que necesitamos para el país, profesionales comprometidos con sus estudiantes y con la formación de ciudadanos de bien para el país”, señaló.