SJ falleció el seis de marzo del 2007 en la enfermería de su Provincia del Japón, luego de un año en que estuvo delicado por algunas complicaciones pulmonares. Lucho Martínez trabajó en nuestra Provincia desde el año 1965 en que llegó de la del Japón, hasta el 2000. En ese tiempo fue el Vicario Episcopal de la Colonia Japonesa, Capellán del CAPU en la Universidad Católica, fundador del “Movimiento de Acción Social” que impulsó numerosas obras de servicio social en los conos de Lima. Cuando regresó al Japón estuvo dedicado a la atención pastoral de la población latina.

El doce de marzo Mons. Salvador Piñeiro presidió, con gran devoción y cariño, la Eucaristía en Acción de Gracias por la vida del P. Luis Martínez SJ en la Iglesia de Fátima de Miraflores, concelebrada por un grupo de sacerdotes diocesanos, religiosos y un gran número de jesuitas. Recordó la confianza que el Cardenal Landázuri y el Cardenal Augusto Vargas tuvieron con el P. Martínez, al confiarle el cuidado pastoral de la comunidad peruano japonesa y de la Capellanía de la Universidad Católica.

Al comienzo de la Misa, Juan Bytton SJ, que ingresó a la Compañía al terminar economía en la Católica, y que trabajó en esos años junto al P. Martínez, al igual que Miguel Arrieta SJ, tuvo unas palabras de testimonio a nombre de sus compañeros de esos años en el CAPU, destacando la acogida y el espíritu de convocatoria amplia que Lucho Martínez ofrecía.

En la homilía, Rómulo Franco expresó el agradecimiento de la Universidad Católica al trabajo del P. Martínez. Destacó su generosa disponibilidad apostólica como jesuita, al dejar su tierra para ir al Japón, luego al Perú, y luego regresar al Japón, cuando tuvo que dejar incomprensiblemente el CAPU. Se refirió también a su ejemplo en sus catorce años en ese Centro de Pastoral Universitaria, fundado por el P. Alberto Rodriguez SJ. «Estaba todo el día disponible en su Oficina para escuchar con gran amabilidad e interés a todos los que llegaban«. Tenía una gran capacidad de apertura y escucha, y el CAPU era un espacio para todos. Se recuerda también en la Católica su altura intelectual para promover el diálogo entre la fe y el mundo académico. «Todo ello, con gran sencillez, sin alardes, lo que hacía que muchos desconociéramos la amplitud de su labor».

El destacado periodista Alejandro Sakuda al final de la Eucaristía dio testimonio del trabajo pastoral del P. Martínez: «ha casado a casi todas las parejas de la comunidad peruano japonesa, y bautizado a sus hijos, nietos y bisnietos«. Subrayó con detenimiento la enorme labor social -precisamente desconocida por muchos – que el P. Martínez tuvo desde el MAS (Movimiento de Acción Solidaria), junto a la comunidad peruano japonesa en diversos barrios de Lima. Resaltó la permanente amabilidad, capacidad de conversación y constante sonrisa que caracterizaban al P. Martínez. Se refirió también a su capacidad como escritor (publicó muchos artículos que luego recopiló en varios libros) y a su trabajo en la publicación del Diccionario Peruano – Japonés.

Su sobrino Alonso Martínez leyó el último escrito enviado el 4 de marzo, pocos días antes de su fallecimiento, y que transparentaba el enorme afecto a sus amigos y familiares, en un mensaje en que parece sentía que le quedaba poco tiempo de vida