Hace poco un joven me preguntó por qué las celebraciones litúrgicas católicas eran, según su experiencia personal, tan aburridas y si eso no afectaba directamente el desánimo de mucha gente de participar en ellas. Él hizo una comparación directa con la música gospel estadounidense y el impacto que tiene en tanta gente afroamericana. Basta escuchar Amazing Grace en la versión de la gran Aretha Franklin para preguntarnos lo mismo que este joven.

¿Qué pasa que nuestras propuestas litúrgicas muchas veces alejan a tantos jóvenes y se convierten solamente en espacios de gente de más edad?, ¿es que acaso nuestra tradición cristiana católica ha perdido energía, creatividad, fuerza para atraer o mantener a gente joven? Estas preguntas nos pueden llevar a una reflexión profunda sobre un tema muy importante dentro de la teología católica: la transmisión de la fe. ¿Cómo estamos comunicando hoy en día la experiencia de fe a otros?

Quienes nos reconocemos creyentes cristianos católicos tenemos una experiencia personal de Dios en la persona de Jesús. Es esta misma experiencia profunda, íntima, la que nos lleva a compartir, transmitir y celebrar con otros lo vivido. Dios se nos ha comunicado, dándose a conocer Él mismo, y esta experiencia fundamental nos lleva a comunicar a otros esta misma experiencia de fe. La escritura de los Evangelios, el mismo desarrollo de los dogmas y de la tradición católica son un ejemplo de este ejercicio constante de transmisión y reflexión.

No podemos negar que atravesamos una crisis en este proceso de transmitir nuestra fe. Muchos han dejado de creer o incluso rechazan la fe en la que crecieron. Y aunque las razones son diversas, hay quienes se han alejado porque han buscado en otros espacios la calidez, la creatividad expresada en sus celebraciones litúrgicas, que no encontraron entre los católicos. Quizás tengamos que pensar modos nuevos, sin hacerle violencia a la tradición. Quizás solo nos toca dejar al Espíritu de Dios soplar con libertad en medio de nosotros.

P. Victor Hugo Miranda, SJ
Coordinador de la Plataforma Apostólica de Piura
Publicado por el diario La República (18-12-2018)