La Pontificia Universidad Católica del Perú organizó hace poco un conversatorio sobre el riesgo climático y la responsabilidad social a la luz de Laudato SI, la encíclica en la que el Papa nos invita a reflexionar sobre el cuidado que debemos tener todos sobre nuestra casa común, el mundo. La participación en este evento no solo me implicó volver a revisar la historia más reciente vivida en Piura a partir de lo sufrido como consecuencia de los embates de El Niño Costero, sino que sobre todo me llevó a releer el texto de Francisco para caer en la cuenta de que cada día que pasa va adquiriendo aún mayor actualidad y pertinencia. La crisis ecológica mundial tiene un gran responsable que no es Dios, sino más bien a quien Dios encargó cuidar de su creación, es decir el ser humano. Lo terrible de esta situación es que justamente es el mismo ser humano quien más se ve perjudicado por este maltrato al medio ambiente en el que vivimos.

Una de las síntesis fundamentales de este conversatorio, que reunió al gobernador regional de Piura y al director de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios, así como a representantes de la Iglesia y de la PUCP, fue que una verdadera reconstrucción para la prevención de desastres naturales tiene que pasar también por un cuidado atento de las personas, de modo preferencial de los más pobres, que son quienes más sufren las peores consecuencias de los desastres naturales, cuando además no se cuenta con trabajos de prevención ni sistemas de gestión frente a crisis como la que vivimos en Piura en marzo pasado. Aunque es responsabilidad del Estado, es una misión que debe ser compartida con los distintos actores de la sociedad civil. Todas las personas de buena voluntad, más allá de la fe que tengamos, estamos invitados a trabajar juntos para reconstituir la humanidad de quienes más sufren y así ir sanando heridas, las de las personas y las de la creación entera.

P. Víctor Hugo Miranda, SJ
Coordinador de la Plataforma Apostólica de Piura
Publicado por el diario La República (23-10-2017)