El anuncio de la llegada del Papa al Perú no ha hecho más que reavivar el entusiasmo de muchos peruanos que esperaban su llegada desde que fue elegido. Sin embargo más allá de la euforia inicial por la venida de Francisco, quizás sea conveniente analizar con atención lo que esto puede significar y lo que puede aportarnos a todos, católicos y no católicos, como oportunidad para reflexionar y poner en la agenda del país los temas de agenda de Francisco y ver qué tan relacionados están.

Mientras que algunos ya empezaron a organizar sus viajes a Lima, Trujillo o Puerto Maldonado para verlo y oírlo, muchos otros, creyentes o no, han cuestionado su visita, ya sea por lo que significaría en cuestión de gastos o lo que representa para un país como el nuestro que aunque mayoritariamente católico pretende vivir bajo la premisa de un estado laico, en el que ninguna religión debiera tener preferencia sobre otra. Y también hay quienes critican su lentitud o falta de rigor para atender las denuncias sobre abuso sexual que involucran a instituciones católicas peruanas.

Aunque hay todavía en la Iglesia muchos aspectos dentro de su estructura que tendrán que ir cambiando en relación y diálogo con la cultura contemporánea, no podemos negar que Francisco se ha convertido en un referente importante en medio de un mundo dominado por émulos de Trump y Putin. Quizás en términos jurídicos no han habido muchas transformaciones y hay asuntos pendientes por resolver, sobre todo en términos de corrupción y tratamiento de abusos de menores, pero Francisco ha marcado tendencia con un discurso y unos gestos que son novedosos en la figura de un Papa. Al insistir en la misericordia como aspecto central de la fe cristiana está abriendo la puerta a la posibilidad de poner sobre la mesa temas que no tienen el carácter de dogmas para plantear posibilidades de un futuro de mayor diálogo y apertura.

Su insistencia en no juzgar a los homosexuales y más bien acogerlos en el seno de la Iglesia, la posibilidad de plantear dar la comunión a las parejas divorciadas vueltas a casar, la discusión de la posibilidad del diaconado femenino, no eran ni siquiera imaginables hasta hace muy poco. Todo ello nos invita a dejar de lado discursos de odio y a trabajar juntos por un mundo más justo, más inclusivo, más solidario.

P. Victor Hugo Miranda, SJ
Coordinador de la Plataforma Apostólica de Piura
Publicado por el diario La República (23-06-2017)