semanadelasolidaridad

Renunciando a su vacaciones de medio año, los alumnos del Colegio San Ignacio de Loyola de Piura acompañaron, por una semana, a los campesinos y sus respectivas familias en el Caserío San Rafael (medio Piura), asistidos por los profesores Augusto Bardales y Martín Montenegro.

Esta Semana de la Solidaridad, que se realiza todos los años, es una experiencia de inserción social que les permite acercarse a la realidad de esta zona campesina, para sensibilizarse y comprometerse con ella. Durante la semana, por las mañanas colaboraron con los campesinos en sus faenas diarias; en las tardes catequizaron y reforzaron a los niños en sus estudios y en las noches reflexionaron en torno a lo que iban viviendo.

Según nos explica el Director de Formación, profesor Sixto Gil, “Nuestros alumnos deben tener claro que no son ellos los que vienen a hacer algo por esta gente. ¿Qué pueden hacer a sus cortos 16 o 15 años? ¡Nada! Son los pobladores del caserío los que hacen mucho por ellos, al despertarles el corazón, la mente y hacerles descubrir que hay una realidad paralela a la que ellos viven, donde se les necesita y están llamados a actuar. Cuando sean profesionales ellos sabrán, donde quiera que estén, que hay muchos “San Rafael” en nuestro país que necesitan de ellos”.

El profesor Augusto Bardales, quien acompaña a los alumnos en esta experiencia desde hace muchos años, nos cuenta también su experiencia: “La sensibilidad social que los alumnos adquieren aquí es increíble. Se conmueven tanto y se sienten tan comprometidos a cambiar todo esto, que a uno le hacen sentir, como trabajador del Colegio, que nuestra misión como formadores tiene mucho sentido y que en eso estamos contribuyendo a la construcción de una sociedad más justa, más digna. Y eso es muy gratificante”.

Testimonios:

Haaron Chávez (quinto de secundaria): “La pobreza de esta gente me impactó demasiado. No puede ser que no tengan servicios básicos, que esos niños anden tan mal vestidos y que su proyección de lo que quieren ser en la vida sea tan distinto a la nuestra (…) Sin embargo están tan llenos de amor, nos demuestran su cariño, su respeto y hasta su admiración (…) Nunca pensé vivir una experiencia así.”

Álvaro García Zegarra (cuarto de secundaria): “Cuando vine a San Rafael no esperé encontrarme con tantas cosas. Si bien hay muchas necesidades, muchas carencias con las que yo creo inimaginable la vida, también hay mucho amor de parte de la gente, mucha fraternidad y disposición (…) El trabajo con los campesinos es duro, “se sacan el ancho” para la miseria que ganan. Eso me indigna demasiado”.